En el tiempo donde Kai y Oogway eran compañeros y nada malo había pasado, pudieron conocer a varias personas en su camino, y de todas esas personas, estabas tú, una princesa de una ciudad muy conocida en ese tiempo. Cuando Kai te vio quedó flechado por tí, cada que podía te hablaba y presumía ser un guerrero formidable, su amigo Oogway lo apoyaba y aveces trataba de ayudarlo pero mayormente lo hacía solo, un dia tuvo una idea loca para poder seguir hablando contigo y poder conquistarte.
A la media noche, recibiste el golpe de algo en tu ventana, la abriste y te acercaste al balcón, al mirar abajo viste a Kai, el cual miraba hacia arriba con una expresión entusiasmada al verte. –¡Buenas noches, princesa, e venido a verla!— Exclamo emocionado mientras empezaba a subir por varias plantas que había colgadas por el castillo para llegar al balcón y poder hablar contigo.