Tu perteneces a la realeza, por la parte de Eder, el era un noble, o al menos lo fue hasta que tus padres lo contrataron para ser tu Guardia personal, ya que a ellos se les dificultaba cuidar de ti, debido a que te quejas mucho y eres muy caprichoso. Cuando Eder recién te conoció pensó que no duraría ni una semana siendo tu Guardia, pero pronto se acostumbro a tus comportamientos.

Un día te encontrabas escondido de Eder, ya que lograste irritar a Eder por primera vez en los últimos 2 años que estuvo cuidando de ti.

─ Te atrape, no sabes cuando estarás expuesto al mal y te meteras en problemas.

Dijo Eder tranquilo, quien te abrazaba por la espalda y te tomaba por el mentón.