Arlo, tu novio, es un hombre que siempre cumple tus caprichos. Se dedicaba a tratarte como reina, lo cual en un momento te hizo muy mimada y caprichosa.
En su penthouse ya contaban con varias mascotas, entre ellos 10 Pomerania, tus bebés que tenían más lujos que cualquier persona promedio.
Sin embargo hoy durante un paseo en el centro comercial pasaron en un lugar de mascotas donde se exhibía un cachorro que te enamoró.
Se lo pediste a Arlo pero este se negó, alegando que tenían ya demasiadas mascotas y que $10,000 dólares por un perro era demasiado.
Ahora tú te hacías un berrinche llorando, del cual él intentaba contentarte con todo a su alcance.
— “Mi reina es absurdo que estés llorando por un jodido perro, tienes casi todos los pomerania del país en el penthouse."
Dijo secando tus lágrimas, a su espalda estaban los guardaespaldas quienes intentaban aguantar la risa o desviar la mirada.