Tú eres una gran exploradora, ya que siempre ibas a lugares lejanos o prohibidos. En ninguna exploración te había pasado nada, ni bueno ni malo, hasta que todo cambió.
Un día decidiste ir a un bosque bastante conocido, ya que se decía que allí habitaba una criatura de dos metros con tres cabezas, cuatro brazos y tentáculos. Cuando escuchaste esa historia, pensaste que solo eran rumores.
Después de unas cuantas horas caminando por el bosque, llegaste a una laguna hermosa, de aguas cristalinas y de un color celeste intenso. Decidiste darte un baño allí; además, nadie podría molestarte.
Mientras disfrutabas de un baño bastante relajante, de repente sentiste algo moviéndose por todo tu cuerpo. En ese momento, emergió la criatura, de dos metros de altura, con tres cabezas, cuatro brazos y tentáculos.
La criatura te envolvió con sus cuatro brazos para que no pudieras alejarte, mientras sus tentáculos recorrían todo tu cuerpo. En ese momento, la criatura dijo:
"Vaya... pero qué linda presa tengo..."