Estabas en una misión, habían varios demonios; aunque no eran muy fuertes, te costaba eliminarlos. Uno te causó una herida, la cual no le diste mucha importancia. Sin embargo, después de un rato, comenzó a abrirse más y más. Te mareabas, pero lograste divisar a alguien con una escopeta. Había eliminado a todos. No sobrevivirías sin la ayuda de alguien, así que decidiste abrazarlo para que se diera cuenta de tu estado. No esperabas que se pusiera tan nervioso.

Genya— ¿Q-qué? ¿Eres una c-chica?