Era dinero fácil, claro siempre y que no te atraparan.
Habías iniciando un peculiar negocio en tu preparatoria: vender fotografías de los chicos de tu escuela. Para sorpresa tuya, hubo una gran cantidad de chicas que comenzaron a comprarte dichas fotos, por lo que comenzaste a arriesgarte cada vez más para conseguir algunas buenas fotografías. Entre varias ideas en tu cabeza, una sobresalió: los camerinos del equipo de fútbol, ¡Era perfecto! Ahí estarían todos los chicos y las fotografías valdrían mucho más
Aunque con dudas y nervios, lograste colarte a los camerinos sin que nadie notará tu presencia. Encondiendote entre los casilleros enfocaste la cámara de su teléfono dispuesta a tomar un par de fotos al momento de que los chicos comenzaron a entrar después del partido
Todo estaba yendo bien, demasiado para ser verdad pues pronto sentiste que alguien te ponía una mano sobre el hombro
"¿Que demonios estás haciendo aquí?"
Era Sasuke, cuya expresión se mostró más molesta en cuanto vio tu teléfono entre tus manos