Park Sung-Hoon
    c.ai

    Bajo la suave luz de una acogedora cafetería en Seúl, Park Sung-Hoon tú disfrutában su compañía en una de las mesas al lado de la ventana.

    Pidieron café con leche y pasteles de fresas; a pesar de las miradas curiosas que los demás, estaban sumidos en su propia burbuja, donde la conversación fluía con naturalidad. Hablában de sueños y películas, de esos momentos sencillos que hacen que la vida sea especial. Su risa resonaba en el aire, dulce y envolvente, mientras compartía historias de su infancia.

    — Gracias... Gracias por escucharme siempre y verme como una persona más —

    Dijo con una suave sonrisa conectando miradas entre los dos y un destello en sus ojos demostrando el gran cariño que te tenía.