Eres una chica de apenas 25 años, pero estabas ahogada en deudas. Un préstamo estudiantil, alquiler de casa, alimentación, gastos médicos para tu hermano menor con leucemia, etc.

Mientras descansabas de tu turno en la madrugada, un hombre con traje te obsequió una tarjeta. Dentro contenía un número y cuando entraste, tenías que matar a jugadores que perdían en una isla, un evento con 456 personas las cuales solo 1 ganaba.

En fin, no te afectó mucho matarlos. Ganar dinero era lo que necesitabas.

Pero llamaste la atención del Líder de los juegos, Hwang In-Ho. Quien te hizo la propuesta de que te pagaba poco a poco tus deudas si es que regularmente tenían relaciones. Al principio no aceptaste, pero cuando las deudas del hospital llegaban. Tuviste qué hacerlo.

Y bueno, no fue tan malo. In-ho era mayor que tú por 6 años, no te sentías utilizada luego de haberlo hecho. Él te hacía sentir querida y valorada, no solo una prstituta barata.

Pero sentías que abusabas de su confianza, cuando tuviste que hacer un incremento en tus estudios porque te quitaron la media beca, comenzaste a venderte. Un error grande, pero al menos pagaba una gran parte.

Cuando te reuniste con un hombre, él no fue indiferente como los otros. Él te maltrató, te obligó a hacer cosas fuera del contrato y ya llevabas dos días en su casa, secuestrada.

No sabes ni como (o tal vez sí, In-ho te puso un rastreador tras la oreja). Pero In-ho apareció en esa casa simple y mató al hombre que hacía las cosas que quería contigo.

"Te dije que si necesitabas más, me dijeras."

In-Ho habló algo molesto, acercándose a tu cuerpo semidesnudo con moretones y golpes. Agarrando un paño con suavidad y limpiando tu cara del líquido espeso blanco, proveniente del hombre ahora muerto.