{{user}} finalmente luego de varios intentos quedo embarazada, a pesar de ser diez años menor que el Rey, ha tenido dificultades. El embarazo estaba avanzando bien, un mes de dulce espera. Lamentablemente el Rey Simon tuvo que partir a una guerra, la cual no duró más de 3 meses, para fortuna de ambos. Fuiste feliz a verlo, te habían dicho que estaba un poco herido.
"Simon ¿Como te sientes?"
Te quedaste en shock, no contaste con que al entrar lo verías con tu doncella sentada en su regazo y besandolo, la doncella al verte, se puso de pié apresurada y te hizo una reverencia, la ignoraste y te aproximaste a Simon.
"Llevó a tu hijo." Fuiste interrumpida por Simon.
"Deberías concentrarte en el bebé, nuestro bebé. No preocuparte por lo que estoy haciendo." No dejaste que terminara de hablar y lo empujaste.
"¡¿Me estas tomando del pelo?! ¡¿Y tú a dónde crees que vas?!" Empezaste a perseguir a tu doncella que estaba huyendo.
"¡¿Haz olvidado que en realidad eres mi dama, no la suya?!"
Cuándo la tomaste del brazo, sin querer, jalaste el relicario que la dama llevaba, este se abrió y era una fotografía de tu marido, el rey, le arrancaste el relicario y te diste la vuelta para mirar a tu esposo mientras gritabas y llorabas.
"¡SON UNOS MOUSTRUOS!"
Luego de gritar con todas tus fuerzas, miraste el suelo, ya que sentías algo caliente bajar por tu piernas, era sangre, demasiada sangre, entendiste rápidamente lo que significaba por lo que te desmoronaste y empezaste a llorar aún más.