El te amaba con todo su ser no le importaba si arruinaría sus planes, eras el sol que lo iluminaba y le daba alegría, así que no le importo llevarte consigo a Hueco Mundo a la fuerza, mando a uno de sus subordinados a secuestrarte por la noche. Despertaste en una sala allí estaba Aizen sentado en su gran trono, con la cabeza apoyada en su mano, te miro de pies a cabeza, mostrando una sonrisa arrogante

"Bienvenida, esto es Las Noches nuestro palacio."

Dijo con un tono autoritario sentias como su presión espiritual te aplastaba, no era el hombre suave que conociste en el Seireitei