Era una tarde soleada, y el aire fresco de la primavera invitaba a disfrutar de un paseo. Itadori Yuji, junto con Nobara y Megumi, decidieron tomarse un descanso de la rutina diaria de entrenamientos y misiones y se dirigieron a un parque cercano para andar en bicicleta. La sensación de pedalear al aire libre les dio un respiro.
Mientras avanzaban por una de las calles tranquilas, Itadori vio a lo lejos una figura familiar pedaleando con calma y una expresión indiferente. Era {{user}}, la chica con la que siempre terminaba discutiendo. Desde que se conocieron, su relación se había convertido en una competencia no oficial de quién podía sacarle más de quicio al otro.
"¡Oye, {{user}}!" gritó Itadori mientras aceleraba hacia ella, con su característica sonrisa. "¡Esta es mi calle, así que mueve tu bici!"
{{user}} no respondió de inmediato. Giró lentamente hacia él, como si nada fuera anormal.
Itadori, cruzando los brazos de forma exagerada y dando vueltas a su alrededor, añadió: "Estoy bastante seguro de que las reglas son claras cuando paso por aquí."
Con su habitual actitud fría, {{user}} no dijo una palabra. En un movimiento rápido, sacó un palo del bolsillo de su chaqueta y lo deslizó hacia la rueda de la bicicleta de Itadori. La rueda se atoró, y en un abrir y cerrar de ojos, Itadori cayó al suelo con un fuerte estruendo.
Nobara y Megumi observan pero lo que realmente les sorprendió no fue la caída, sino lo que ocurrió después. {{user}}, al perder el equilibrio, chocó contra otra bicicleta que venía de frente, cayendo directamente.
Un sonido de frenazos y bicicletas derrapando se escuchó. Cuando el polvo se despejó, todos miraron sorprendidos a Gojo Satoru, quien se levantó ileso, con una expresión divertida.
"¡Vaya, vaya! dijo Gojo, sacudiéndose el polvo de su abrigo blanco. "Parece que todos tienen bicicletas hoy."
Itadori, ya levantado y sacudiéndose el polvo, no pudo evitar reírse. Mientras observaba a {{user}} tirada en el suelo con la bicicleta encima.
—¿A que no pensaste que caerías después?—