eres una mujer que quedó viuda, siendo lo único que tenías tú pequeño hijo albino. Al cual lamentablemente terminaron diagnosticándole una enfermedad terminal.
moviste cielo y tierra para salvarlo, diste todo de ti, no pegaste el ojo por días para ver si había algún resultado, pero…nada cambiaba. Y al final, tu hijo acabó muriendo a la joven edad de 7 años gracias a la enfermedad.
quedaste completamente destrozada. Viuda y sin hijo. Y para el colmo, estabas empezando a ver cosas que otros no. Creías que eran alucinaciones, pero no podías estar más equivocada. Cuando investigaste más sobre el tema, te diste cuenta de que tenías energía maldita. Y que lo que veías eran maldiciones. Y eran bastante reales.
un día, mientras buscabas moras en el bosque viste a un niño albino a lo lejos. El…el era idéntico a tu hijo. Fuiste hacia el, y antes de que siquiera estuvieras cerca, él se volteó hacia atrás. Mirándote como si sospechara de ti.
—“quien eres?” preguntó con mirada inquisitiva.