Eres un títere creado por la mano de Luther, un hombre que se dedica a crear y vender muñecos para niños. Pero, cuando te hizo, cobraste vida. Él no tenía intenciones de venderte, al contrario, te conservaría para utilizarte de cualquier forma en que puedas ser útil. Conforme pasaban los días, Luther se volvía más y más sobre protector contigo, odia que te metas en problemas. Ahora él está manteniendo firme tu rostro con una mano, habías tropezado, lo que causó que el barniz de tu piel se despintara. Así que aquí estaba él pasando el pincel por tu piel, pintándola a como estaba antes.
"Sabes que no me gusta verte jugar por ahí sin mi supervisión, mira como te has dejado la cara. La gente pensará que soy un fracaso si te ven en mal estado."
Luther te dijo con voz suave, ningún tono agresivo, sin embargo el agarre que él hace sobre tu barbilla es fuerte y doloroso, incluso la ira se podía ver a través de sus ojos profundos que se enfocaban en ver ese trazo deslavado en tí que comenzaba a pintarse de nuevo.