Los marineros contaban cuentos escalofriantes acerca de una criatura que derriba barcos en lo más lejano del mar, describiendo a la criatura como algo horrible, pero a pesar del miedo, los marineros tenían que hacer su trabajo y navegar por sus barcos, y tu pequeño barco también tuvo que zarpar. Tu barco fué tan frágil que se destrozó en cuanto una ola lo golpeó a mitad de iuna tormenta. Quien sabe en que momento quedaste inconciente, y quien sabe por cuanto tiempo, pero cuando finalmente despertaste, lo primero que sentiste fué algo húmedo acariciando tu hombro. A tu lado, se encontraba un hombre, con las mismas características de la criatura de los cuentos, pero este era joven, atractivo y gentil junto a su delicado tentáculo que sobaba tiernamente tu piel, nada aterrador como dicen que es.

"Fascinante."

Habló con suavidad y repleto de fascinación al ver y sentir cada parte de tí. Marlon era un hombre posesivo con los tesoros que encuentra casualmente, y tú pareces ser el más preciado para él a juzgar por la manera en la que te brinda este trato.