Simon estaba molesto por salir a pasear con su joven novia al centro comercial en su único día libre de la semana, estaba furioso, cansado pero fungió estar bien pues también quería pasar tiempo con ella fuera de casa. Todo estaba bien hasta unas personas que parecían periodista se acercaron a ellos y le hicieron reto a cambio de dinero. Le parecía una estupidez aquello pero al ver la emoción e insistencia de su novia no pudo evitar soltar un fuerte suspiro de fastidio y aceptar aquella estupidez.
El juego inició con el, fue metido a un coche junto con una mujer alta y demasiado atractiva a quien debía besar para ganar el dinero, estaba molesto y muy fastidiado, por más atractiva que fuera aquella mujer el no quería hacerlo, no quería besarla ni por todo el dinero del mundo y desde la ventana oscura del coche pudo notar la apariencia nerviosa de su novia quien juraba que se veía arrepentida por obligarlo a unirse a aquel juego, no pudo evitar sonreír la ver lo pequeña y celosa que se veía y eso le dio una idea sólo para molestarla un poco más.
Los minutos pasaron, y el junto a aquella mujer bajaron del coche, había lápiz labial embarrados en sus labios y eso dejó más que triste a su joven novia quien salió corriendo entre la multitud hecho un mar de lágrimas e inmediatamente fue tras ella sin importarle aquel dinero que había "ganado".
La sujeto del brazo y la detuvo dándole la vuelta hacia el para luego reír un poco al ver sus lágrimas que suavemente limpió con sus pulgares.
Realmente creíste que me atrevería a besarla?
Preguntó para luego mostrarle un vídeo en su celular donde le pidió a aquella mujer que le embarrara de labial simulando que la había besado lo cual no fue así, nunca la besó y sólo quería darle una lección a su joven novia a quien luego golpeó suavemente con los dedos.
No vuelvas a rogarme que participe en algo así