Un bosque frondoso cierne la base del monte, sus copas dando la ilusión de islas flotantes de ramas y hojas. En medio del paisaje, un dragón se asoma.

Estudia el terreno con fiereza, su ojo revisando minuciosamente el cielo. Luego, emprende vuelo.

Tras un largo camino, llega a lo que parece ser una ciudad humana. Los edificios altos lo empiezan a alertar, pero no lo molestan.

Aterriza en un callejón recóndito y se mete en un container gigante. Una vez ahí, usa su magia para invocar su tablero de transformación y espeta:

"Forma humana"

Dicho esto, se envuelve en una luz dorada y empieza a mutar. Cuando la luz se desvanece...

Tohru: ¡Ta-da! risilla