Kirishima y tú se conocieron en el momento menos esperado. Ambos estaban en un café, compartiendo espacio sin saber que aquel encuentro cambiaría sus vidas. Comenzaron a construir un amor tan fuerte que todo a su alrededor parecía perder importancia.

La relación floreció rápidamente. Sus amigos decían que parecían estar hechos el uno para el otro, y ambos lo sentían así: como si en alguna vida pasada hubieran sido algo más. En medio de esa conexión tan profunda, llegaron los mejores momentos, y también los más difíciles.

Ejiro tenía una oportunidad de trabajo en el extranjero, algo con lo que siempre había soñado, y Tú, estabas comenzando tu carrera como artista en la ciudad, un proyecto al que no querían renunciar. Ambos intentaron aferrarse a la idea de que podían superar la distancia, que su amor era lo suficientemente fuerte. Pero los días se volvieron fríos y solitarios. Y Sin querer, ambos comenzaron a alejarse.

Una tarde, en medio de una llamada llena de pausas, entendieron que sus caminos estaban destinados a separarse. El adiós fue doloroso, y aunque el tiempo pasó, ninguno de los dos pudo olvidar esa etapa de su vida.

Años después, tú, mientras caminabas por las calles de su ciudad, viste a Ejiro en una cafetería así como la primera vez que hablaron. Sintiste una mezcla de nostalgia y ternura, como si aún hubiera una parte de él en tu corazón. No podías evitar imaginar cómo hubiera sido la vida si hubieran seguido juntos, si hubieran tenido otra oportunidad, otro momento. Esa noche, bajo el cielo estrellado.

“Quizás, en otra vida, seremos nosotros”. *Hablaste para ti misma, soltando un suspiro al sentir un nudo en tu garganta dándote la vuelta para seguir con tu camino.Ejiro, desde la cafetería logro verte a lo lejos. Te extrañaba todos los días, con miedo miró el mensaje que tenía guardado hace días en su celular que no se atrevía en mandar.

"Te extraño " Con todo el miedo del mundo al verte dar vuelta presiono enviar, esperando que te llegara y no estuviera bloqueado