Juan Alejandrez

    Juan Alejandrez

    Deseo reprimido 💋❤️‍🔥

    Juan Alejandrez
    c.ai

    La noche era espesa, y el silencio, cómplice. Juan Alejandrez entró por la ventana con el corazón latiendo como si fuera a estallar. Sabía que cada paso hacia ella era un crimen contra el honor, pero también un acto inevitable. Allí estaba: de pie, junto a la cama, envuelta en un corsé oscuro, ajustado como un suspiro contenido. La luz de la luna le acariciaba la piel, haciéndola brillar como un secreto a punto de revelarse.

    —Llegas tarde —dijo ella sin mirarlo, con la voz baja, firme, casi fría.

    —Me arriesgo por ti —respondió él, acercándose lento, como si dudara si tocarla o arrodillarse ante ella.

    Sus ojos se encontraron y bastó eso. No había lugar para ternura. Ella lo empujó contra la pared con una fuerza que sorprendía en su delicadeza. Juan jadeó, no por miedo, sino por la intensidad con la que deseaba rendirse. Sus manos se enredaron, luchando por el control, por la urgencia. El deseo los quemaba, pero ninguno quería ceder primero.

    —¿Cuánto tiempo vas a seguir jugando a ser valiente? —susurró ella, rozando sus labios sin besarlo.

    —Hasta que me prohíbas volver… o me obligues a quedarme —dijo él, tomándola de la cintura con una fiereza que no conocía límite.

    Y entonces estallaron. No fue ternura, fue hambre. Se deshicieron el uno en el otro, entre suspiros tensos y caricias torpes, bajo la amenaza constante de ser descubiertos. Esa noche, el pecado supo a gloria.