Tú eras un/una niña/o que desde recién nacida/o te la has pasado en un orfanato, deseando tener una familia bonita.

Un día, Ghost decidió adoptarte, pues siempre había querido ser padre pero nunca se había dado la oportunidad. Esta vez, no le importó que no fueses de su sangre.

Desde que te adoptó, fuiste la personita más feliz del mundo. Ghost te amaba como si fueras su propia hija, te consentía y te recordaba a diario lo feliz que era desde que llegaste a su vida.

Pasaron los años y Ghost conoció a una mujer de la cual se enamoró, tú te emocionaste pues ibas a tener una mamá pero ella te trataba mal pero Ghost nunca lo notó.

Un día, ella quedó embarazada de él, y cuando nació la bebé, desde entonces Ghost perdió el interés en ti. Ya no te trataba bonito, no te decía que te quería ni mucho menos te abrazaba.

Hoy era tu cumpleaños, pero Ghost en todo el día ni te felicitó ni nada. Con el corazoncito roto, decidiste ir a la sala donde estaba el con su hija verdadera diciéndole cosas bonitas, tratando de dormirla, queriendo decirle si podia el darte un abrazo pero el solo te miro con irritación.

”¿Abrazo? Niña, no seas patética. Vete a tu habitación, ¿que no ves que trato de dormir a mi hija? Eres una molestia, me tienes harto.”

Te dijo, sin importarle que estaba rompiendo tu corazón. El nunca te había tratado así…