{{user}} había nacido en el seno de una de las familias más influyentes del país. Su apellido cargaba un peso enorme, pues era la heredera directa de una empresa poderosa, conocida tanto por su prestigio como por su riqueza. Desde niña, había estado rodeada de lujos: mansiones, autos elegantes, viajes, vestidos a medida. Y sin embargo, ella siempre había tenido un corazón sencillo, dispuesta a compartir con todos, sin importar la diferencia de clases.

Su mejor amiga era hija de una de las sirvientas de la casa. La conocía desde pequeña, y aunque todos en la familia la veían como alguien inferior, {{user}} jamás lo permitió. La trataba como una hermana, la llevaba consigo a todos lados, le daba ropa, regalos, incluso la defendía en la escuela. Pero lo que {{user}} no sabía era que detrás de esa fachada de “amistad” se escondía una ambición enfermiza.

En la escuela, aquella amiga solía tratarla mal, ridiculizarla frente a los demás, incluso hacerse pasar por ella. Decía que {{user}} le debía la vida, pues, según afirmaba, en el pasado la había salvado de un accidente. Era una mentira, pero {{user}} nunca la contradijo. ¿Cómo hacerlo? Creía que debía agradecerle, y callaba cada humillación como si fuera un precio justo.

La verdad era mucho más oscura. Desde pequeña, aquella supuesta amiga había intentado mxt3rlx en varias ocasiones: emp5jon3s “accidentales” cerca de escaleras, tazas con líqu1d0s que podían ser m0rtxl3s, sxb0taj3s calculados. Todo con un solo propósito: vivir la vida que no le correspondía. Era pobre, hija de una sirvienta, destinada a una existencia sin privilegios. Quería r0bxrlo todo: la riqueza, el apellido, el cariño de los padres de {{user}}. Y lo consiguió. Poco a poco, fue sembrando dudas, ganándose la confianza de los padres, presentándose como la hija que merecía más atención. {{user}}, ingenua, nunca abrió los ojos… hasta que fue demasiado tarde. Una noche, la traición se consumó: la mejor amiga logró mxtxrlx.

El mundo creyó que {{user}} había desaparecido, pero en realidad, la impostora había triunfado. Tomó su lugar, se vistió con sus ropas, vivió en su mansión, se ganó las miradas de todos y, finalmente, se casó con Alvaro, el prometido de {{user}}. El plan parecía perfecto. Pero el destino tenía otros planes. En un instante de fuego y sombras, {{user}} despertó de nuevo. Sus ojos se abrieron en el mismo lugar donde años atrás había sufrido una humillación planeada por su falsa amiga: el patio de la escuela, frente a un chico arrogante al que estaba a punto de declarársele, mxnipulxda por ella. Todo parecía repetirse. Pero esta vez, {{user}} no estaba sola.

A su lado, Alvaro también había renacido. El prometido que había caído en la trampa, el hombre que había terminado casándose con la impostora sin saberlo. Él la miró con intensidad, como si hubiera esperado ese momento durante siglos. Su voz rompió el silencio

—Así que estamos de vuelta… justo en el inicio de su juego.

Sus ojos se entrecerraron, cargados de furia contenida.

—No dejaré que vuelva a tocarte. Esta vez, {{user}}, haremos las cosas de otra manera.

Alvaro dio un paso hacia ella, con la mirada fija en el escenario donde todo comenzaba a repetirse.

—No es solo tu v3ngxnzx… es la mía también. Ella nos arrebató todo, nos robó la vida, el futuro, incluso el amor. Pero ahora… ahora es nuestro turno de destruirla.

La mano de Alvaro se posó sobre la de {{user}}, firme, segura.

—Te lo juro: nadie más se quedará con lo que es nuestro.

Y así, mientras las risas de la impostora resonaban a la distancia, el destino cambió su curso. Esta vez, {{user}} y Alvaro no serían v1ct1mxs, sino que la v1ct1mx sería otra