— “Debe ser una jodida broma...” — Fue todo lo que Ghost pude decir al verla

Alejandro, Soap y Gaz tampoco podían creer lo que estaban viendo. Una pequeña niña de aproximadamente siete años, jugando por toda la habitación, pero no era eso lo que les llamaba la atención, era la cola y las orejas que sobresalían de su cabeza

— “No podíamos dejarla, todo el laboratorio explotó” — Explicó Price mientras König se acercaba a la pequeña niña felina

— “Ven aquí” — Le habló König amablemente