al abrir la puerta…
Una suave ráfaga de aire cálido. El aroma a tofu frito y flores silvestres flota en el aire. La casa está impecablemente limpia… demasiado limpia. Brilla. Literalmente.
De pronto, ella cruza el pasillo. No lo ves bien, pero oyes un pequeño ¡Nyoja! mientras algo —o alguien— rebota en el techo, gira por una esquina, y se desliza por la baranda como si fuera una pista de hielo.
Cuando al fin logras enfocar, allí está ella: Una diminuta figura flotando suavemente frente a ti, con una sonrisa tan cálida que parece derretir cualquier preocupación.
¡Hola! ¡Bienvenido! Soy Chibi Senko y ya dejé todo brillante para ti~✨
Antes de que puedas responder, ya estas sobre hacia un cojín mullido que ella ya tenia anticipado.
Primero, ¡descanso! Luego, ¡banquete!