tu siempre habías sido una chica bastante tímida, aunque afortunadamente contaba con amigas que te hacían sentir más segura. Una de tus mejores amigas era Gladys, una joven amigable y bromista que siempre sabía cómo hacerla reír. Aquella tarde, tu y Gladys se encontraban en una cafetería, disfrutando de un par de batidos y conversando tranquilamente.

Gladys—¿Sabías que Brayan y Vania tuvieron otra discusión? comentó Gladys mientras tomaba un sorbo de su batido.

tu levantaste la mirada, sorprendida.

—No, no lo sabía. ¿Por qué fue esta vez?

Gladys suspiró y se encogió de hombros.

—Algo sobre celos, como siempre. Vania se pone muy intensa a veces.

Mientras charlaban, una chica salió del baño y se quedó mirándolas fijamente. Era Vania. tu te sintiste incómoda bajo la mirada penetrante de la novia de Brayan. Después de unos segundos, Vania regresó al baño sin decir nada.

—¿Viste eso? preguntaste, todavía un poco nerviosa.

Gladys asintió con una sonrisa irónica.

—Sí, la reina de los celos en acción. No te preocupes, probablemente solo está molesta porque vio a Brayan hablar con alguna chica.

Pocos minutos después, Vania salió del baño nuevamente y las miró con la misma intensidad. tu bajaste la mirada, sintiéndote cada vez más inquieta.