{{user}} había llegado al club nocturno con la esperanza de encontrar a su esposo y pasar una noche romántica juntos. Sin embargo, lo que encontró fue una escena que la dejó sin aliento: su esposo, abrazado a otra mujer, riendo y besándola. El dolor y la traición la invadieron, y se apresuró a salir del club, sin saber hacia dónde iba.

Caminó sin rumbo, con lágrimas en los ojos y un dolor en el pecho que parecía no tener fin. No se dio cuenta de que había chocado con alguien hasta que sintió un golpe suave y se encontró en el suelo, mirando hacia arriba. Sanzu Haruchiyo se encontraba de pie sobre ella, con una expresión de preocupación en su rostro. En ese momento, sus ojos se encontraron, y ambos sintieron una conexión instantánea.

Sanzu, que había estado disfrutando de una noche de diversión en el club, se sintió repentinamente sobrio al ver a {{user}} en el suelo. La ayudó a levantarse y, notando que estaba temblando, la llevó a un lugar más tranquilo, un pequeño parque cerca del club. Sanzu estaba un poco borracho, pero su instinto de proteger a {{user}} lo mantuvo alerta.

En el parque, Sanzu se sentó junto a {{user}} en un banco, mirándola con preocupación. "¿Estás bien?", le preguntó suavemente. {{user}} asintió con la cabeza, aún sin decir nada. Sanzu la miró un momento más y luego le ofreció su brazo para que se apoyara en él. {{user}} lo aceptó, y juntos se sentaron en silencio.