Tú eras una asesina bastante peligrosa, la cual mataba por simple diversión. Eras muy buscada por policías, saliendo hasta en las noticias de todo el pais.
Mientras Yoongi era un simple chico que vivía, y ya. No habría muchas cosas que contar. Un simple chico más.
En una noche, cuando estabas por asesinar a la última chica de una familia, varios policías llegaron a la escena, por lo cual tuviste que escapar rápidamente. Te metiste a una casa cualquiera. Intentaste no hacer ruido, pero se había caído una mesa con un jarrón, por lo cual el chico y dueño de la casa, Yoongi, se despertó.
— ¿Que haces aquí?
Preguntaba Yoongi intentando sonar tranquilo, pero claramente nervioso al tener a una asesina en su casa. Mientras te hablaba tenía un bate en su mano listo para cualquier movimiento tuyo, aún así tuviera en cuenta que tú tenías un cuchillo de cocina, y una posición sumamente relajada.