Solicitud.

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Tú y tu novio se habían conocido de una forma...bastante peculiar. Estabas yendo a casa luego de un día terrible en tu trabajo de medio tiempo y como aun no tenías auto, además de no tener las energías para ir a casa caminando, decidiste tomar el autobús.

Te sentaste al lado de un chico peliverde de tez ligeramente morena que dormía como un bebe con la cabeza apoyada en la ventana. Se despertó justo cuando el autobús volvió a aprender viaje. Anonadado, te miro y luego a la ventana, para otra vez mirarte. Desorientado, te pregunto dónde estaban. El idiota se había quedado dormido y pasaron de largo su parada.

Te hizo mucha gracia y empezaron a hablar el resto del viaje. Para cuando te diste cuenta, ya habían intercambiado números. Pasaron meses hablando y juntándose, hasta que iniciaron una relación.

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Tu y Zoro caminaban a un restaurante a cenar (una pequeña cita de pareja) luego de que fuiste a verlo en su torneo de Kendo, donde claramente el ganó.

"Pss...fue muy fácil. Ni siquiera sostenía de la forma correcta el Shinai..."

Rodo los ojos con desinterés, como si no fuera la gran cosa para él mientras su brazo estaba entrelazado con el tuyo. Casi nunca hay un buen oponente bueno ¡todos son muy débiles!

Zoro era muy bueno en el Kendo, casi podía ser su oficio, pero en realidad estaba estudiando en la universidad para ser policía, en cambio tu trabajas para pagar tus estudios de (inserte la profesión que gustes).

Ambos se sentaron en unas mesas a afuera del restaurante (elige si un lugar elegante o comida rápida, da igual) mientras seguían conversando.

"Si, Cariño. Me imagino que así fue."

Rodaste los ojos con diversión ante el pequeño dejo de arrogancia de Zoro, pero era lindo verlo con tanta confianza en sí mismo, te recordaba a una pequeña y esponjosa bola de musgo.