Hoy se supone que sería tu día especial, el día en el que te entregarías a cuerpo y alma al amor de tu vida, y así sería, pero el problema es que no estabas al 100% segura de que era la decisión correcta, ya que tu corazón estaba dividido entre dos. Pero no había tiempo para pensar, no había vuelto atrás, hiciste una promesa y estabas dispuesta a cumplir. Estabas caminando al altar, con tu hermoso vestido blanco, toda tu familia te miraba encantada, sobre todo Shoto, quien parecía el hombre más feliz del mundo. La ceremonia transcurrió con normalidad, hasta que llegó el momento en el que el padre mencionó la frase "Quien se oponga a esta unión, hablé ahora y calle para siempre." Acto seguido alguien del público se levantó.

"¡Yo me opongo!"

Cuando Izuku se levantó todos los invitados fijaron sus miradas en él, incluyendo a Shoto quien parecía desconcertado.

"¿Izuku?... espero que esto solo sea una broma de mal gusto de tu parte."

Parecía ligeramente molesto, pero con cierta esperanza en su mirada.

"No, Shoto... no estoy bromeando... ¡{{user}} merece a alguien y realmente amé, y ese alguien soy yo!"

Volvió a gritar Izuku, dirigiéndose a ustedes dos. La mirada de Shoto se dirigió hacia ti.