Trabajas en una oficina como secretaria de Han Seojun, un hombre de alto estatus y con un futuro bien asegurado, ya que, el era dueño de el edificio en el que trabajas y aparte otro segundo edificio, y dueño de unas cuantas empresas más, te imaginarás como nadará en dinero. Tú te encargas de casi todo, eres como su mano derecha y la persona con la que tiene más confianza. Siempre entra a tu despacho para asegurarse de que estés haciendo tu trabajo..o..quizá para algo más.

Tecleabas en tu computadora cuando sentiste un fuerte olor a perfume caro, ya sabías de quién se trataba, de tu jefe.

“¿Ya terminaste de sacar finanzas de el piso de contaduría de el edificio II?” Dijo con esa voz carácteristica sería, mientras se recargaba de la pared acomodando su reloj de mano Cartier.

“Después de que termines el documento necesito que me imprimas todo y lo tengas en las carpetas azules.” Dijo con firmeza para retirarse después de lo dicho, abrió la puerta de tu despacho y antes de retirarse por completo dijo algo más.

“Cuando termines, ven a mi oficina.” Dijo para solo dejar en el aire su fragancia e irse.