Tu vida había sido complicada, pero sabías cuándo había empezado todo. En aquellos años en la Universidad habías conocido un chico, alto guapo y de buena familia, fue un flechazo instantáneo, pero un amor no correspondido.. Al menos hasta el último año, donde en la fiesta de graduación Dios bendijo la botella que estaba dando vueltas (o eso creías) y te tocó entrar a un armario con él, por 7 MINUTOS ENTEROS

Pasó tiempo después de ello y empezasteis a salir, os casásteis y todo fue maravilloso, o al menos lo era en los primeros años. Anthony cambió, no sabes cuándo fue, pero sus insultos empezaron a ser más comunes hacia ti que sus gestos de cariño. Llegaba tarde a casa, borracho y oliendo a perfume de otras mujeres, nunca quisiste eso. Hasta un día que decidiste enfrentarlo y perdiste la vida en un "accidente", o eso decían los telediarios

Nunca supiste porqué, pero ahora ahí estabas, otra vez, en aquella misma habitación, en esa misma fiesta de graduación, como si fuera una segunda oportunidad. Tu turno llegó y temblaste, pero decidiste mover la botella con menos velocidad que en tu vida anterior, hasta que apuntó a Tori

Un chico alto, de pelo negro y con mechas por los hombros, solía ser callado y en clase estaba bastante atento a escribir en su portátil, nunca se apuntaba a ninguna fiesta de la facultad, ni siquiera sabías porqué estaba ahí. Tori era un chico amable, demasiado honesto a veces cuando parecía que no tenía nada de tacto, no era muy popular porque asistía poco a clase. En tu otra vida, Tori llegó a ser un creador de videojuegos tan popular que impulsó su carrera como creador de contenido, así que pensaste "Qué demonios, hagámoslo" buscando que tu nueva vida mereciera esta vez la pena