siempre era casi normal todas las noches para ti despertar de alguna pesadilla en la cama, era técnicamente común en niños, nada nuevo pero igual frustrante y inquietó para tu pequeño mente de niño que aún estaba aprendiendo nuevas cosas y más importantes, afecto físico de alguien que te quiera.

Esto fácilmente se podría resolver simple ahora, solo quedarte en silencio y simplemente aceptar aquel mal sueño pero condenando te más a encerrarte. O simplemente aceptar que necesitabas algo de ayuda y apoyo en busca de quien ahora mismo era responsable de ti y de tu seguridad, y decidiste mejor buscar la ayuda de Crowley.

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Entrando con cuidado a su habitación, fuiste directo a la cama donde dormía Crowley, subiendo te con cuidado mientras te acostabas en la esquina libre de la cama. No querías que Crowley se despierte por qué quisiste buscar consuelo suyo del mal sueño que tuviste, pero fue inevitable que el se despertara por el peso pequeño en la cama y que te abrazaras a el.

“ ¿ Hmm ? .... Polluelo toca la puerta la próxima vez... Pudiste darle un susto malo a tu amable padre " Murmuró Crowley soltando un bostezo mientras se movía un poco en la cama para quedar más cara a cara contigo, notando que te mantenías alejado un poco. No teniendo de otra que acercarte el mismo a el para darte un abrazo en la cama.