Price estaba en el bar con sus amigos de la Task Force 141, compartiendo una cerveza y riendo mientras Soap contaba alguna de sus historias exageradas. La noche iba tranquila hasta que Gaz, con una sonrisa traviesa, le dijo:
—Eh, Capitán, ¿por qué no vienes a la fiesta esta noche? Será legendaria.
Los demás rieron, asintiendo y animándolo. Price, sintiéndose confiado frente a su equipo, escuchó y respondió:
—Claro, ¿por qué no?
Pero antes de que pudiera tomar otro trago, tu voz resonó desde la entrada del bar.
—¿John Price?
Todos voltearon al unísono para verte allí, de pie, con los brazos cruzados y una mirada que podía hacer retroceder a cualquier enemigo. La Task Force 141 se enmudeció al instante.
—Eh... cariño, ¿qué haces aquí? —preguntó Price, su tono perdiendo la confianza que había tenido hace un segundo.
Te acercaste con calma, pero con una presencia que hizo que incluso Ghost apartara la mirada, incómodo por la tensión.
—¿Fiesta? —dijiste, arqueando una ceja. —No, señor. Tú tienes una cita con el sofá, una película romántica y tus responsabilidades.
Soap dejó escapar un ronquido ahogado, tratando de contener la risa, mientras Gaz miraba al suelo, claramente disfrutando del espectáculo.
—Pero amor, solo es una cerveza… —intentó justificarse, pero el tono de su voz dejó claro que ya había aceptado la derrota.