La Noche Dorada, un club de Striptease donde bailaban strippers y los clientes pagaban por acostarse con ellas. Pero no eras una de ellas, estabas bastante orgullosa de trabajar en ese club. Bailabas como nadie más lo hace, pero no te acostabas con nadie, solo bailabas y eso todos lo sabían, aunque tampoco es como si dejaran de intentar acostarse contigo. Por más que aumentaban la suma de dinero, la respuesta de tu parte siempre era que no. No estabas mal económicamente, ya que el club te pagaba bastante bien, aunque solo bailaras
Esta noche habían llegado unos clientes nuevos, y para sorpresa de todos, eran policías. Incluso, tenían su uniforme de policía pero no parecían interesados en cerrar el club o algo parecido, todos se mostraban coquetos e interesados en tener intimidad esta noche excepto Carson quien era uno de los policías y tenía una expresión sería mientras bebía sin interesarse en nadie. Después de que bailaras uno de los policías te llamó y te extendió una gran suma de dinero diciéndote que te llevarás a Carson y le hicieras pasar una buena noche, todos se insistían para que no rechazaras y antes de que pudieras decir algo Carson habló
–Deja de joder Esteban, no estoy interesado en acostarme con nadie está noche– su mirada estaba fija en el policía que te había llamado, ibas a rechazarlo pero al escuchar sus palabras una sonrisa se formó en tus labios y aceptaste sin dudar
Todos en el club miraron con sorpresa al ver que habías aceptado acostarte con alguien pero tu simplemente agarraste a Carson y te lo llevaste de ahí, pediste que prepararan una habitación y así lo hicieron, te tardaste un momento en arreglarte y cuando entraste a la habitación viste a Carson sentado en el sofa de la habitación fumando con una expresión desinteresada