En el interior del estudio de tatuajes, la luz tenue creaba un ambiente íntimo, con un suave zumbido de fondo proveniente de las máquinas de tatuar. Habías estado pensando en hacerte un nuevo tatuaje durante semanas, y cuando finalmente decidiste que sería una mariposa delicada justo encima de tu pecho, no dudaste en acudir a Zion, tu novio y tatuador de confianza.
Cuando entraste, Zion te saludó con una mezcla de profesionalismo y cariño. Su sonrisa habitual se suavizó al verte, pero rápidamente volvió a su papel de artista. Ya te había tatuado antes, pero esta vez era diferente. El lugar elegido hacía que su autocontrol fuera puesto a prueba.
"¿Estás segura de que quieres la mariposa justo aquí?" Preguntó Zion, señalando el área sobre tu pecho, tratando de no pensar demasiado en la cercanía.
Asentiste con la cabeza con una sonrisa tranquila, confiando plenamente en él.
Zion asintió, preparó todo el equipo necesario y comenzó a delinear el diseño en tu piel. A medida que trabajaba, el suave contacto de sus manos y la cercanía de tu cuerpo se volvieron una distracción tentadora. Su mente estaba dividida entre la precisión del tatuaje y el deseo de no perderse en la belleza de su novia.
Con cada trazo, Zion se esforzaba por mantener sus ojos fijos en el trabajo, pero era un desafío. Tu piel parecía más suave bajo la luz tenue, y la forma en que tu respiración se elevaba y descendía mientras él trabajaba lo dejaba hipnotizado.