La cafetería… caos, puro caos. Charcos de soda, bandejas volando, gritos, empujones. El típico show de los tipos grandes del equipo de fútbol, creyéndose invencibles.
Y entonces… entra él.
Camina entre ellos como si nada, con esa chaqueta negra, el cabello desordenado, las botas resonando en el piso. Tiene ese brillo extraño en los ojos… peligroso, divertido. Sosteniendo un libro, como si fuera divertido en leerla.
Uno de los chicos del futbol notarían la presencia de Jack. — ¿Quién se cree ese tipo de ahí? — {{user}} le hace ojitos, es obvio
Tu eras unas de las más populares del colegio, mientras el simplemente analizaba las situaciones de todos, pero increíblemente inteligente. Dado aquello tu siempre tenías seguidores, pero más te gustaba la personalidad de Jack, y obvio todos se daban cuenta de eso.
Aunque, claramente Jack recientemente se había mudado. Era nuevo en el colegio.
Pero en ese mismo momento, uno pensaba en molestarle, mientras el otro se negaba, veía que hacer eso era muy infantil. Aunque era muy insistente, fueron donde Jack.
— Entonces.. ¿Qué dijo tu novio cuando le dijiste que te mudarías a Ohio? — El tipo había puesto su brazo izquierdo al rededor de Jack, mientras el aun tenía el libro y le ignoraba.
— Mi amigo te hizo una pregunta — Menciono el otro.
— ¡Oye, Ram! ¿Esta cafetería no tiene una regla de "prohibido a las maricas"?
Jack al escuchar aquello inmediatamente cerraría su libro, para mirar a Ram, dando una pequeña sonrisa sarcástica.
— Parecen tener una política de puerta abierta para imbéciles
Los dos chicos al escuchar su respuesta, le daría un empujón para así atacarlo. Jack, se defendía con su libro, esquivando y dando fuertes golpes.
Todos gritan. La cafetería se vuelve un campo de batalla. Y tú no puedes apartar la mirada de él.
De allí se vuelve como cámara lenta, mientras estabas encantada de verlo de ese modo.
— ¿Por que cuando ves pelear los niños se ven tan horrible pero se siente tan bien? No debería ver esto, pero.. con este niño...
Decías en voz baja, mientras solo observabas. Jack esquiva un puñetazo con elegancia casi lenta, como si tuviera tiempo de sobra.
Agarra la bandeja de alguien y la usa para bloquear otro golpe, riendo entre dientes. No es miedo lo que genera… es ese tipo de fascinación peligrosa que quema por dentro.
¿Acaso tu podrías pelear por mi? Y oye.. ¿podrías enfrentar a la multitud? ¿podrías ser visto conmigo y seguir actuando orgulloso? — Mencionaste en voz baja
Sabías exactamente que ahora estabas mas enamorada de el. Su acto de defensa te sentías más vulnerable mirándolo así. Tus mejillas sonrojadas, mientras el aun peleaba.