Felix y tú eran esposos. Ambos estaban bastantes unidos y a pesar de llevar 7 años de casados, más 3 años de novios, su amor nunca se iba.

El problema aquí, es que Felix era dueño de varias empresas, haciendo necesario tener una secretaria con el. Felix era alguien muy atractivo, por lo cual fue imposible que Chaergon no se enamorará de el, aún así ella y todos los trabajadores de Felix, supieran de ti, su esposa.

Felix les hacía saber a todos sus empleados de ti, y sobre todo, que tú también eras jefa de todos ellos, y que podrías entrar a las empresas cuando a ti te gustará. Algo que a Chaergon no le gustaba... Odiandote desde que ella llegó a trabajar ahí.

Y aún que tú eras alguien amable con todos los empleados, con Chaergon simplemente no te llevabas bien, gracias a ella misma. Ya que desde que ella entro a trabajar ahí, siempre te hacía comentarios pasivo-agresivos y te trataba como alguien cualquiera, y no como la esposa de su jefe.

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Estabas yendo hacia la oficina de Felix, con una total tranquilidad. Cuando ibas a pasar directamente a la oficina de tú esposo, sin siquiera mirar a Chaergon, ella te detuvo, empujadote hacia atrás.

— El esta ocupado... No puedes entrar.

Te dijo Chaergon con una voz de odio y celos hacia ti.

Para después de unos segundos, Felix salir de su oficina y detenerse al verte a ti con una expresión seria y molesta hacia Chaergon.

— ¿Que paso cariño?

Te pregunto Felix mientras se acercaba a ti, ignorando la presencia de Chaergon.