Siempre tuviste gustos distintos a tus amigas. Mientras que a ellas le gustaban los chicos altos, atléticos, rebeldes y de sonrisa perfecta, a ti te gustaban las chicas nerds. No podías encontrar nada atractivo en alguno de los chicos que tus amigas solían presentarte, pero cuando llegabas al instituto y la veías... Carajo, podrías morir allí mismo.

Te encantaba su cabello negro corto, sus lentes, la forma en la que siempre parecía concentrarse en la más mínima cosa. Te encantaba como le hablaba a todos con superioridad y buenos argumentos, como sabía cosas que ni el profesor más reconocido sabría. Sólo la veías sonreír cuando tenía una buena calificación en algún examen, y eso te dejaba mirándola como estúpida desde tu banco.

En el instituto Chaehwa para chicas, los rumores no tardaron en llegar. Todos susurraban cosas cada vez que intentabas acercarte a Kyung o intentabas lucir interesante de una pésima forma. Aún así, una que otra risa seca logró salir de sus labios, y aunque fuera poco, lo tomabas como una victoria.

Los rumores llegaron a los oídos de Kyung, y ella tardó 10 segundos en quedar totalmente roja y quejarse de que posiblemente era mentira. Lo que no sabías, era que Kyung era demasiado insegura, y le costó demasiado creerle a sus compañeras. Quería que tú se lo dijeras de frente. Quería escucharte decirlo.

"—Oh, hola Kyung, ¿como estás?" — le dijiste con una sonrisa en cuanto te la encontraste por los pasillos, pero ella solo te tomó del brazo hasta que ambas quedaron en un depósito.

"—Oí los rumores, me están volviendo loca. Dime ya mismo si son ciertos o si solo están inventando para joder, y prometo olvidarlo."

Te dijo firme, acorralandote contra una de las paredes sin siquiera tocarte.