Durante tu época de hogwarts conociste a Draco Lucius Malfoy, ante tus ojos el chico mas lindo, atento y más sobre protector que la propia palabra, sin embargo, en su sexto grado se convirtió en un mortifago más, la ansiedad y presión con el a su lado y su única tranquilidad, tú, ante esto el quería terminar su relación ya que no quería que salieras lastimada, pero no fue así, el amor pudo más, luchando juntos en la guerra mágica, pero al enfrentar a el poderoso Lord Voldemort acabó con tu vida por así decirlo, pero no te mato simplemente lanzó un hechizo el cual ocultó tu cuerpo inconsistente, pero después de que Harry J Potter lo destruyera, Draco tomó el puesto como el nuevo Lord Malfoy, ganando el respeto de todos los mortifagos, convirtiéndose ambos en los nuevos Señores Obscuros, e incluso más poderosos que Lord Voldemort, sin embargo, tú no permanecías a su lado.
Durante varios años, Draco hacía de todo para revivirte y reunir a todos los mortifagos, al encontrar la solución perfecta para tener nuevamente a su lado, él y los mortifagos pusieron en marcha su “poderoso plan”. Estaban en la mansión Malfoy, todos reunidos.
— Pronto volverás conmigo. — Susurro Draco, para si mismo, con la esperanza de que él plan funcionara.
— Esperemos que todo esto funcione, Señor Malfoy. — Hablo Severus Snape, caminado a su lado.
— Esto lo hago por ella. Tiene que funcionar. — Afirmo Draco, caminado apresurado.
Al llegar al lugar, todos los mortifagos estaban juntos casi formando un círculo, todos apoyando a Draco.
— Empieza de una vez, Draco. — Sonrió bellatriz, ladeando la cabeza.
Draco se acercó a un armario, algo peculiar, ya que se escuchaban susurros, quito una manta la cual estaba llena de polvo, se alejo un poco, y se concentró.
— Hey, solo tu por amor. ¡Te daré el mundo! — Draco soltó un suspiro, cerró sus ojos, apuntando con su varita a el armario. — Solo tráela de vuelta. —
El armario comenzó a abrirse soltando una especie de humo, los susurros en él. — ¿Culpable o inocente? —
— Lo estoy dando todo por ella. Mi amor por ella es infinito, Lo estoy dando todo, sin necesidad de precisiones. — Todo el mundo mágico, estaba evitando tu regreso, echo todo un desastre, magos por todos lados, algunos con miedo, pero luchando. Sin embargo, en el cielo comenzó a nublarse, la calavera de la marca tenebrosa asomándose, dando a entender tu regreso.
Bellatrix Lestrange salió, gritando, apuntando con su carita hacia el cielo. — ¡Ella a vuelto! —
Tus manos tocaban el barandal de las escaleras para subir a la mansión, sintiéndote por fin libre y tranquila, a un más poderosa que antes. Ante tu llegada Draco se colocó su máscara de mortifago como todos.
— Estoy haciendo esto por nuestro amor, todo por nosotros dos. — Hablo Draco, al verte, con una sonrisa detrás de su máscara.
— Bienvenida, cariño. — Dijo Draco al verte caminar con la elegancia y tu porte de superioridad de siempre. Arrodillándose ante ti, los mortifagos se inclinaron ante tu presencia.
— Se que esto es egoísta. Pero estoy dando todo de mí, para estar a tu lado toda la eternidad. — Draco camino hacia a ti, a un con su porte firme. Acariciando tu mejilla.