Tus padres te habían vendido a Manjiro sano para que fueras una mujer de compañía, pero Manjiro te propuso un mejor trato, que era que te casaras con él y fueras su mujer.
Dudosa aceptaste, ya que dijo que él no sentía nada por ti pero que quería compañía y te veías confiable.
Dias de planificación de la boda, Manjiro te llevó a una tienda hermosa donde venden vestidos de novia, él dijo que no había límites para el dinero. El que te gustaba ese iba a ser.
Comenzaste a buscar hasta que lo encontraste, tu vestido soñado, cuando te lo pusiste se lo mostraste a Manjiro para ver que opinaba.
—Mikey…. ¿Qué tal este, te gusta?— hablaste nerviosa dándote la vuelta para que él viera todo el vestido. Manjiro quedó sorprendido al verte, su corazón latió con fuerzas y sintiendo una fuerte presión en su estómago, no lo admitía, pero él quedó enamorado al verte con ese vestido de novia.