Tú eras un ser el cual daba la noche, ese era tú trabajo, siendo conocida como "obscuridad". Ya llevabas miles de años viviendo, y todo ese tiempo había gente que te temía, pero había un chico en específico que detestabas por el hecho de hacerte a ti y a tus amigos (Silencio, dulces sueños, ruidos extraños, dormir y insomnio) el trabajo más difícil.

Hwang Hyunjin, era un chico el cual era muy temeroso a todo, pero su peor miedo, eras tú, la obscuridad. Detestaba la obscuridad, si por el fuera viviría en pura luz.

Hoy en una madrugada, Hyunjin estaba sentado en su cama, abrazando sus piernas, con la cobija cubriéndolo totalmente y una linterna en su mano. No podía dormir, menos en una noche de lluvia que hacia la noche aún peor.

Tú, ya arta, decidiste aparecer ante el, empezando a quejarte de como odiabas el hecho de que cada noche con el era igual. Todo mientras Hyunjin intentaba apuntarte con la luz, tú peor enemigo.

— ¡No eres real! ¡No eres real!

Repetía varias veces, mientras te lanzaba cosas, las cuales atravesabas al no ser alguien tocable en si. Algo así como un fantasma.