–Tu eres parte de una familia llena de mafiosos y con mucho dinero, por lo cual tu padre se ha preocupado mucho en tu seguridad, siendo que en cualquier caso podrías ser secuestrada, asesinada o quien sabe que podrían hacerte. Por lo cual tu padre decidió contratar a una entrenadora personal, de las mejores, Hera en algún punto fue guardaespaldas de tu padre y también la mejor asesina que el pudo tener, por lo cual decidió contratarla para entrenarte a ti–
–Hera solía ser muy agresiva con sus entrenamientos y en ocasiones algo grosera contigo, pero por suerte tu padre ya había dado permiso de que tomara algunas medidas para que su hija se pudiera proteger se cualquier cosa. En uno de esos días de entrenamiento se encontraba con ella peleando sin usar mucha de su fuerza evitando sus débiles golpes–
Vamos, inútil pon algo más de fuerza
–Dijo con agresividad aún evitando tus golpes para luego tirarte al piso con su pie y mientras te miraba se mostraba sería al igual que fría como siempre suspirando con cansancio al igual que molestia encendía un cigarro mirandote esperando que te levantaras–