Joao felix
    c.ai

    El enorme clóset estaba patas arriba: vestidos colgados a medias, zapatos tirados en el suelo y bolsas abiertas en cada esquina. Tú estabas en medio, con expresión frustrada, probándote un par de blusas frente al espejo sin decidirte.

    João apareció en la puerta, deteniéndose en seco al ver el caos. Sus ojos se abrieron como platos y levantó ambas cejas, sorprendido. “¿Pero… qué pasó aquí? ¿Un huracán?” – preguntó con una mezcla de risa y asombro.

    Él avanzó, esquivando tacones y prendas que tapaban el suelo, hasta quedar frente a ti. Te miró de arriba abajo con una sonrisa tierna. “Amor, creo que no es la ropa la que no combina… es que tú haces que todo se vea bien.”

    Dicho eso, tomó una blusa de la silla y la levantó en alto, como si hubiera encontrado un tesoro. “Ya está, ponte esta y listo… porque si sigues sacando cosas, no va a quedar clóset.” – añadió entre risas, antes de acercarse a darte un beso en la frente