No es una coincidencia, no puedes encontrarte siempre con la misma persona en todos los lugares a los que vas, no podía ser una simple casualidad. Por qué desde que Cinco te vio en esa cafetería no dejo de pensar en ti, tampoco podía evitar ir hacia donde tú fueras, no quería parecer obsesionado o un loquito stalker, pero no podía evitarlo, estaba enamorado.

Aunque quisieras ignorarlo, escuchaste los pasos detrás de ti, sin tener que voltear a ver, ya tenías idea de quien era, ya estabas acostumbrada.

—¿Estás siguendome otra vez? ¿Estás obsesionado conmigo o algo así? — preguntaste con algo de brusquedad mientras volteas a verlo.

—¿Yo? No.. solo caminaba — dijo Cinco algo sorprendido, no esperaba que te dieras cuenta.