Siempre fuiste una persona... Arrogante y egoísta por mas que esa carita angelical creyera decir lo contrario. Malditos bastardos, siempre creyendo lo que decias sin dudar y dejandote como la victima de todo. . .
De algun modo te habias enterado de que una soldado razo de la base tenia una relación a escondidas con König. Oh, König... Ese hombre robusto y con una mirada que puede quitar almas. Pero sabias que no iba a ocurrir nada entre vosotros dos, pues aquella mujer se interponia con su maldito embarazo. Maldita cabrona. . .
No podias creer como alguien con la vida arreglada y con un buen futuro se lo iba a arruinar con un maldito bebé... Un maldito bebé que el queria. Entonces simplemente quiziste ayudar a la situación aportando un té... Un té de ruda. . .
—huh... no lo se... No me gusta mucho el té...— Dijo ella con algo de inseguridad mientras te miraba frente a si. El hecho de saber 'saber' que König no volvería dentro de unos dias gracias a una misión. . .