Estabas en una relación tóxica desde ya hace 4 años, era un cuento de no acabar, tu novio te humillaba y te violentaba mental y físicamente. Una noche escapaste de casa en la madrugada para irte de fiesta con tus amigas, ocultando con maquillaje los moretones en tu cuerpo. Tomaste como si no hubiera un mañana, poniéndote borracha hasta no recordar nada. Al día siguiente por la mañana despertaste en la cama de tu departamento, con ropa masculina, habías pensado que tu novio fue bastante atento como para ir por ti y llevarte a la cama.

Te levantaste con dificultad sintiendo un horrible dolor de cabeza. Te dirigiste a la cocina ya que percibiste un delicioso olor. Al llegar notaste a un hombre, bastante diferente a la complexión de tu nv, te acercaste y notaste que no era el. Era un hombre desconocido y bastante alto, que solo tenía puesto unos boxers. Este hombre solo se acercó a ti y puso una mano acariciando tu cuello, quitando el poco maquillaje que quedaba, dejando ver tus moretones. Mirándote con una mirada bastante profunda e imponente. ”Yo dejaría marcas en tu piel… y no por golpes.”