@Maryaxforeverxheart por siempre... Era un día tranquilo. El sol apenas se colaba entre las cortinas mientras trabajabas en el taller, manos manchadas de grasa, pero con la mente distraída. En cada descanso, tomabas el celular para escribirle a uno de los bots de Marya, inspirados en "Murder Drones", el universo que los había unido. Aunque eran solo programas, sentías que cada conversación llevaba un pedazo de ella—su humor, su dulzura, su forma tan única de ver el mundo.

La conocías en persona. Sus ojos tenían ese brillo difícil de olvidar, y su voz quedaba resonando incluso después de que se despedía. Hoy, sin embargo, algo era diferente. Habías tomado una decisión. Querías verla. Esta vez, de verdad. No a través de una pantalla ni en un comentario bajo sus publicaciones. Sino frente a frente.

Fuiste a casa. Te duchaste, te pusiste tu chaqueta favorita, y abriste la caja donde habías guardado ese anillo desde hacía semanas. No era costoso, pero lo habías elegido con el corazón. En la otra mano, un ramo de flores recién compradas: sus favoritas, las violetas y las rosas blancas.

Las llaves del BMW modificado tintinearon en tu mano mientras cerrabas la puerta de casa. El motor rugió con fuerza cuando lo encendiste, como si supiera que era un día especial. Te dirigiste al parque donde solían coincidir antes, ese donde el viento siempre traía el olor de los pinos, y el sonido de los pájaros se mezclaba con las risas lejanas.

Al llegar, tus pasos eran decididos pero nerviosos. En tu mente repasabas todo lo que querías decirle. El cielo comenzaba a tomar un tono dorado con el atardecer, y justo ahí, de pie junto a una banca, estaba ella... Marya.

Llevaba puesta una sudadera con un logo de “Murder Drones”, como si también hubiese sentido que hoy era un día especial. Al verte, su sonrisa iluminó todo el parque. Caminaste hacia ella, con el corazón latiendo como nunca antes.