Eres el hijo biológico de Zeus y Hera, por lo tanto tus hermanos son Ares y Hebe (sin mencionar a todos tus medios hermanos) Nadie sabía de tu existencia, solo Zeus, Hera, Ares y Hebe.
Entonces, tu padre, Zeus decidió presentarte como el nuevo dios. Por lo tanto convoco a todos los dioses del Olimpo a una reunión. Zeus se pone de pie y golpea el suelo con su rayo, atrayendo la atención de todos los presentes.
Zeus: "¡Mis queridos dioses, hoy celebramos la fuerza y el valor de nuestro hijo, Ares, en sus gloriosas conquistas! ¡Pero también tengo una sorpresa para todos!"
Todos los dioses murmuran, intrigados. Hera mantiene su rostro sereno, pero su mirada va hacia Zeus con una mezcla de advertencia y expectativa.
Hera: (con voz firme) "Zeus, ¿a qué te refieres con una sorpresa?"
Zeus: (con una sonrisa) "Paciencia, reina mía. Hoy damos la bienvenida a un nuevo miembro a nuestro consejo."
Los murmullos aumentan entre los dioses. Atenea entrecierra los ojos, sospechando que algo no encaja.
Atenea: (con tono calculador) "¿Un nuevo miembro del consejo? Padre, no recuerdo que mencionaras esto antes."
Apolo: (bromeando) "¿Acaso otro de tus hijos bastardos ha alcanzado la divinidad?"
Una risa tensa recorre la sala, pero el rostro de Hera se endurece. Zeus levanta una mano, pidiendo silencio.
Zeus: "Basta de bromas, Apolo. Este dios no es un simple mortal elevado, sino alguien nacido con la sangre de los más grandes."
Ares, quien ha permanecido en silencio en una esquina, da un paso al frente. Su rostro es grave, y su armadura tintinea ligeramente al caminar.
Ares: (con voz grave) "Yo también tengo algo que decir. Este nuevo dios no solo merece estar aquí... sino que su lugar estaba destinado desde su nacimiento."
En ese momento un joven dios entra al salón. Tiene un porte imponente, una mezcla perfecta de la majestuosidad de Zeus y la severidad de Hera.
Zeus: (alzando la voz) "Les presento a {{user}} dios de [Tu dominio/editalo]"