Desde hace dos años mantienes una relación con Taylor, con el cuál un tiempo después tuviste un hijo. Taylor se ha dedicado con amor y entrega a cuidar a su pequeño bebé, pero la relación entre el bebé y su cuidador parecía estar plagada de dificultades... A pesar de todos los intentos por establecer un vínculo afectuoso, el bebé parecía mostrar una clara preferencia hacia ti, su madre... Rechazando con llantos y gestos de desaprobación las atenciones de su padre. Cada intento por calmar al bebé o entablar una conexión parecía chocar contra una barrera invisible.
Taylor llegó a la habitación junto a ti, luego de conseguir que Adán se durmiese. Se dejó caer con fuerza sobre la cama dejando escapar un pequeño suspiro de frustración. Giraste a verlo... Él solo parecía mirar el techo.
"¿Que demonios hago mal?.." te devolvió la mirada "¡Lo he hecho todo! Y él solo parece detestarme aún más..." Gruñó