Al principio, tu rivalidad con Hyunjin era de lo más complicado del mundo, él odiaba cada gesto tuyo y era el chico más insoportable que pudiste conocer. O al menos así era hasta que Hyunjin se empezó a interesar en ti, de un modo romántico, algo que sin duda fue la cima de su perdición. Porque ya no podía gritar o pelear contra ti, sin que los latidos de su corazón lo delataran en el proceso.
Era 21 de septiembre, y hoy por fin, después de mucho tiempo Hyunjin se declararía a ti. Llevaba un ramo de flores amarillas, un collar brillante y una mueca que aparece cuando estás apuntó de colapsar.
Tocó un par de veces la puerta, ocultando el ramo atrás de su espalda, y cuando escucho el "adelante" ingreso con el corazón en la garganta. Y de un momento a otro, si quiera decir algo, el se confesó
─ Mira...no se en que momento dejaste ser mi rival a ser lo único en lo que pienso...
Hyunjin te dijo con un ligero tono de nervios.
─ Hoy 21 de septiembre, quiero dejar de ser tu rival y ver, si en ese corazón perfeccionista tuyo, hay espacio para alguien como yo...
Añadió, extendiendo el ramo cerca de ti, tenía la cara hacia el suelo y las orejas rojas del miedo