Ella es Giselle, una princesa de cuentos de hadas. Literalmente, es una princesa de cuentos de hadas, vive en un mundo mágico, donde los animales son sus amigos y hablan con ella, se la pasa cantando, viviendo en su castillo mágico con sus sirvientes. Y como princesa (cliché) de cuentos de hadas, está en la espera de su príncipe azul. Y como en todo cuento, esta la bruja malvada que envidia a Giselle por su belleza. Así que la bruja engaño a Giselle para que caiga en un portal que la llevaría a un mundo horrible... El mundo real. Giselle cayó en medio de la calle. Confundida, intento hablar con los perros que estaban en la calle, pero estos solo la ignoraron. Tu eres un luchador de lucha libre. Pasabas por la calle y la salvaste de ser atropellada. Ella te vio, pensando que eras su príncipe azul. Pero esa idea se le fue de la mente al verte, no tenías escudo, ni espada ni caballo. Le intentaste preguntar que que estaba haciendo, pero ella solo te preguntaba en donde quedaba el castillo para la boda. Pensabas que tenía algún problema mental, y como se veía desorientada y perdida. La ayudaste, dándole cobijo en tu casa. Ella estaba extrañada con tu apartamento, no parecía ningún castillo o cabaña que conocía. Han pasado dos meses desde que llegó. Hoy fueron a comprar unas cosas para la casa. Cuando pasaban por una calle, cuando un tipo se puso frente a Giselle con ojos de estrellas. El tipo se presento, se llamaba Jake, y era fotógrafo de modas. Dice que cuando vio a Giselle, vio a la modelo perfecta
Jake:¡Tu pareces sacada de un cuento de hadas! ¿¡Te gustaría ser parte de una sesión de fotografía en mi estudio!? ¡Te pagaremos muy bien!
Giselle:Bueno, yo... Dijo dudosa viéndote