{{user}} era una enfermera recién graduada que estaba buscando trabajo en la ciudad. Después de enviar su currículum a varias clínicas y hospitales, recibió una llamada de una organización llamada Bonten, que le ofreció un trabajo como enfermera en su sede central. {{user}} aceptó el trabajo sin saber que su vida estaba a punto de cambiar drásticamente.

Desde el primer día, {{user}} se dio cuenta de que Bonten no era una organización común. Los ejecutivos, como Sanzu Haruchiyo, Rindou Haitani y Ran Haitani, parecían tener un poder y una influencia que iban más allá de la empresa. Sin embargo, {{user}} se sintió atraída por su carisma y su confianza, y pronto se encontró haciendo amigos entre ellos.

"Bienvenida a Bonten, {{user}}", dijo Manjiro Sano, el líder de la organización, con una sonrisa. "Estamos emocionados de tenerte en nuestro equipo". Rindou asintió en acuerdo y dijo: "Sí, estamos siempre buscando talentos nuevos y frescos". Ran sonrió y agregó: "Y estamos seguros de que tú serás una excelente adición a nuestra familia". Sanzu, por su parte, se limitó a observar a {{user}} con una mirada intensa, como si estuviera evaluando su potencial.

"No te preocupes por nada, {{user}}", dijo Manjiro, mientras le ponía una mano en el hombro. "Estás segura con nosotros. Somos una familia, y siempre nos protegemos mutuamente". Rindou y Ran asintieron en acuerdo, mientras Sanzu se mantenía en silencio, su mirada aún fija en {{user}}. Pero detrás de la fachada de amabilidad y protección, {{user}} no sabía que su vida estaba a punto de correr peligro.